sábado, diciembre 23, 2006

Todas íbamos a ser reinas

Todas íbamos a ser reinas,
de cuatro reinos sobre el mar:
Rosalía con Efigenia
y Lucila con Soledad.


En el valle de Elqui, ceñido
de cien montañas o de más,
que como ofrendas o tributos
arden en rojo y azafrán.


Lo decíamos embriagadas,
y lo tuvimos por verdad,
que seríamos todas reinas
y llegaríamos al mar.


Con las trenzas de los siete años,
y batas claras de percal,
persiguiendo tordos huidos
en la sombra del higueral.


De los cuatro reinos, decíamos,
indudables como el Korán,
que por grandes y por cabales
alcanzarían hasta el mar.


Cuatro esposos desposarían,
por el tiempo de desposar,
y eran reyes y cantadores
como David, rey de Judá.


Y de ser grandes nuestros reinos,
ellos tendrían, sin faltar,
mares verdes, mares de algas,
y el ave loca del faisán.


Y de tener todos los frutos,
árbol de leche, árbol del pan,
el guayacán no cortaríamos
ni morderíamos metal.


Todas íbamos a ser reinas,
y de verídico reinar;
pero ninguna ha sido reina
ni en Arauco ni en Copán...


Rosalía besó marino
ya desposado con el mar,
y al besador, en las Guaitecas,
se lo comió la tempestad.


Soledad crió siete hermanos
y su sangre dejó en su pan,
y sus ojos quedaron negros
de no haber visto nunca el mar.


En las viñas de Montegrande,
con su puro seno candeal,
mece los hijos de otras reinas
y los suyos nunca-jamás.


Efigenia cruzó extranjero
en las rutas, y sin hablar,
le siguió, sin saberle nombre,
porque el hombre parece el mar.


Y Lucila, que hablaba a río,
a montaña y cañaveral,
en las lunas de la locura
recibió reino de verdad.


En las nubes contó diez hijos
y en los salares su reinar,
en los ríos ha visto esposos
y su manto en la tempestad.


Pero en el valle de Elqui, donde
son cien montañas o son más,
cantan las otras que vinieron
y las que vienen cantarán:


-"En la tierra seremos reinas,
y de verídico reinar,
y siendo grandes nuestros reinos,
llegaremos todas al mar."

Gabriela Mistral

viernes, diciembre 08, 2006

Si la piedra dice

Si la piedra dice que quiere caerse al suelo
cuando la arrojas al aire,
créele.
Si el agua dice que vas a mojarte
cuando entres en ella,
créele.
Si tu amiga te escribe que tiene deseos de venir a verte,
no le creas. No se trata
de una ley de la naturaleza.

Bertol Brecht

martes, noviembre 07, 2006

A los corredores de Filadelfia

Día terrible y atareado
de los corredores de seguros
que, aún en la niebla, ya dejan sus coches
en las playas de estacionamiento.

Toda América está asegurada
contra la muerte, el fuego, los choques.
Las catástrofes se pagan
con un cheque, una sonrisa y un enérgico apretón
de manos.

Protegido por la Plymouth Mutual Life
Insurance Company,
veo la luna acatarrada que flota
entre refinerías, antenas de TV y una ampulosa
torre rococó.

América aseguró mi vida,
¿Pero quién me asegurará contra la eternidad?
No quiero ser inmortal.
Que mi alma cremada no alcance los ángeles.

Ledo Ivo

La mañana que conquistamos al enemigo

Las horas caen sobre nosotros verticalmente
como lluvia secreta.
Los niños duermen bajo esos arcos de triunfo
que son los viaductos.
Los diarios publican
fotografías de hombres delgados y de rostros
alargados
que cayeron ante el umbral de las casas.
La piedra es la almohada en que sueña el futuro.

Lo que disputamos ya no es un palmo de tierra,
el último que quedó fuera del mapa.
Es la mañana, es el derecho a un día siguiente.
Lo que disputamos es la hora,
y, asimismo, la hora que cae verticalmente;
ya no es el mismo horizonte,
ya no es el mismo espacio otrora indefinido
donde todas las cosas florecían sin pena.
El antiguo espacio que nos daba la sensación del
infinito.
Lo que disputamos
es el camino que lleva al cielo, en esta lucha
terrible
perpendicular.
Lo que disputamos
ya no es un lugar al sol, es la mañana
ensangrentada ---
--- camino apasionado del acontecer.

Es el número de orden en una fila de pan.

Día 3.

Día 4.

Día 5.

Un telegrama, el último del frente de batalla,
nos dice: ¡cayó en nuestras manos la mañana
de hoy!

Cassiano Ricardo

domingo, junio 25, 2006

Ignorancia

Es raro no saber nada, no estar seguro
de qué es cierto o qué es justo o qué es real,
sino hablar con matices, eso creo, o bueno,
así parece, alguien debe saberlo.
Es raro no entender como marchan las cosas,
la astucia humana para hallar lo necesario,
su sentido formal, su puntual fecundar, sí,
es raro hasta el gastar ese conocimiento,
pues la carne nos ciñe con sus propias decisiones,
y pasar sin embargo la vida en vaguedades,
que cuando comenzamos a morir
no tenemos ni idea de porqué.

Philip Larkin

Llamado por los malos poetas

Se necesitan malos poetas.
Buenas personas, pero poetas
malos. Dos, cien, mil malos poetas
se necesitan más para que estallen
las diez mil flores del poema.

Que en ellos viva la poesía,
la innecesaria, la fútil, la sutil
poesía imprescindible. O la in-
versa: la poesía necesaria,
la prescindible para vivir.

Que florezcan diez maos en el pantano
y en la barranca un Ele, un Juan,
un Gelman como elefante entero de cristal roto,
o un Rojas roto, mendigando
a la Reina de España.

(Ahora España
ha vuelto a ser un reino y tiene Reina,
y Rey del reino. España es un tablero
de alfiles politizados y peones
recién comidos: a la derecha, negros, paralizados, fuera del juego).

Y aquí hay torres de goma, alfiles
politizados y damas policiales
vigilando la casa.

A la caza del hombre,
por hambre, corren todos, saltan
de la cuadrícula y son comidos.

Todo eso abunda: faltan los poetas,
los mil, los diez mil malos, cada uno
armado con su libro de mierda. Faltan,
sus ensayitos y sus novela en preparación.
Ah.. y los curricola,
y sus diez mil applys nos faltan.

No es la muerte del hombre, es una gran ausencia
humana de malos poetas. Que florezcan
cien millones de tentativas abortadas,
relecturas, incordios,
folios de cartulina, ilustraciones
de gente amiga, cenas
con gente amiga, exégesis, escolios,
tiempo perdido como todo.

Se necesitan poetas gay, poetas
lesbianas, poetas
consagrados a la cuestión del género,
poetas que canten al hambre, al hombre,
al nombre de su barrio, al arte y a la industria,
a la estabilidad de las instituciones,
a la mancha de ozono, al agujero
de la revolución, al tajo agrio
de las mujeres, al latido
inaudible del pentium y a la guerra
entendida como continuidad de la política,
del comercio,
del ocio de escribir.

Se necesitan Betos, Titos, Carlos
que escriban poemas. Alejandras y Marthas
que escriban. Nombres para poetas,
anagramas, seudónimos y contraseñas
para el chat room del verso se necesitan.

Una poesía aquí del cirujeo en la veredas.
Una poesía aquí de la mendicidad en las instituciones.
Una poesía de los salones de lectura de versos.

Una poesía por las calles (venid a ver
los versos por las calles...)

Una poesía cosmopolita (subid a ver
los versos por la web...).

Una poesía del amor aggiornado (bajad a ver
poesía en el pesebre del amor...)

Una poesía explosiva: etarra, ética,
poéticamente equivocada.

En los papeles, en los canales
culturales de cable, en las pantallas
y en los monitores, en las antologías y en revistas
y en libros y en emisiones clandestinas
de frecuencia modulada se buscan
poetas y más malos poetas:
grandes poetas celebrados pequeños,
poetas notorios, plumas iluminadas,
hombres nimios, miméticos,
deteriorados por el alcohol,
descerebrados por la droga,
hipnotizados por el sexo
idiotizados por el rock,
odiados, amados por la gente aquí.

En las habitaciones se buscan.
En un bar, en los flippers,
en los minutos de descanso de la oficina,
entre dos clases de gramática,
en clase media, en barrios
vigilados se buscan.

¿Habrá en la tropa?
¿En los balnearios, en los baños
públicos que han comenzado a construir?
¿En los certámenes de versos?
¿En los torneos de minifútbol?
¿Bajo el sol quieto?
¿A solas con su lengua?
¿A solas con una idea repetitiva?
¿Con gente?
¿Sin amor?

No es el fin de la historia, es
el comienzo de la histeria lingual.

Todo comienza y nace de una necesidad fraguada en la lengua.
Falsifiquemos el deseo:
Te necesito nene.
Para empezar te necesito.
Para necesitar, te pido
ese minuto de poesía que necesito, necio:
quisiera ver si me devuelves el ritmo de un mal poema,
que me acarices con sus ripios,
que me turbes la mente con otra idea banal,
y que me bañes todo con la trivialidad del medio.

Y en medio del camino, en el comienzo
de la comedia terrenal, quiero vivir
la necedad y la necesidad
de un sentimiento falso.

Se necesitan nuevos sentimientos,
nuevos pensamientos imbéciles, nuevas
propuestas para el cambio, causas
para temer, para tener,
aquí en el sur.

Y arriba España es un panal
de hormigas orientales:
rumanas, tunecinos,
suecas a la sombra de un Rey.

Riámonos del Rey.
De su fealdad.
De su fatalidad.
De Su Graciosa Realidad.
La realidad es un ensueño compartido.
La realidad de España
es su filosa lengua pronunciando la eñe
y su mojada espada pronunciando el orden
del capital y la sintaxis.

¡Ay, lengua:
aparta de mí este cuerno de la prosperidad clavado en tu ingle,
suturada de chips, y cubre
nuestras heridas con el bálsamo de los malos poemas..!

Fogwill

sábado, marzo 04, 2006

Elegía

(En Orihuela, su pueblo y el mío,
se me ha muerto como del rayo
Ramón Sijé, con quien tanto quería)
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

lunes, febrero 27, 2006

Don't Tell Mama

SALLY BOWLES:
Mama
Thinks I'm living in a convent
A secluded little convent
In the Southern part of France

Mama
Doesn't even have an inkling
That I'm working in a nightclub
In a pair of lacy pants

So, please, sir,
If you run into my mama
Don't reveal my indiscretion
Give a working girl a chance

Hush up, don't tell mama
Shush up, don't tell mama
Don't tell mama whatever you do.
If you had a secret you bet
I could keep it
I would never tell on you!

I'm breakin' every promise that I gave her
So, won't you kindly do a girl a great big favor
And please, my sweet potato,
Keep this from my mater,
Thou my dance is not against the law

You could tell my papa, that's alright!
'Cause he comes in here ev'ry night
But don't tell mama what you saw!

GIRLS:
Mama
Since I wanted go to Europe
With a couple of my school chumps
And a lady chaperonMama

Doesn't even have an inkling
That I left the morning after
And I'm touring on my own

So, please, sir,
If you run into my mama
Don't reveal my indiscretion

SALLY BOWLES:
Just leave well enough alone

SALLY and GIRLS:
Hush up,
don't tell mama
Shush up,
don't tell mama
Don't tell mama whatever you do.

If you had a secret you betI could keep it
I would never tell on you!
You wouldn't want to get me in a pickle
And have a girl ain't cut me off without a nickel

So let's cross one another
Keep this from my mother
Thou I'm still as pure as mama's soul

You can tell my uncle here and now
'Cause he's my agent anyhow
But don't tell mama what you know!

You can tell my grandma, suits me fine
Just guess s'mday she join the line
But don't tell mama what you know!

You can tell my brother, that ain't grim
So if he squeals on me
I'll squeal on him

But don't tell mama, bitte
Don't tell mama, please sir
Don't tell mama what you know!

If you see my mammy mums the word

Cabaret

Todas las Cartas de Amor son...

Todas las cartas de amor son
ridículas.
No serían cartas de amor si no fuesen
ridículas.

También en mi tiempo yo escribí cartas de amor,
como las demás,
ridículas.

Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser
ridículas.

Pero, al fin,
sólo las criaturas que nunca escribieron
cartas de amor
son las que son
ridículas.

Ojalá volviera al tiempo en que escribía
sin darme cuenta
cartas de amor
ridículas.

La verdad es que hoy
mis recuerdos
de esas cartas de amor
son
ridículos.

(Todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas.)

Alvaro de Campos (Fernando Pessoa)

domingo, febrero 26, 2006

Salt Of The Earth

Let's drink to the hard working people
Let's drink to the lowly of birth
Raise your glass to the good and the evil
Let's drink to the salt of the earth

Say a prayer for the common foot soldier
Spare a thought for his back breaking work
Say a prayer for his wife and his children
Who burn the fires and who still till the earth

And when I search a faceless crowd
A swirling mass of gray andBlack and white
They don't look real to me
In fact, they look so strange

Raise your glass to the hard working people
Let's drink to the uncounted heads
Let's think of the wavering millions
Who need leading but get gamblers instead
Spare a thought for the stay-at-home voter
Empty eyes gaze at strange beauty shows
And a parade of the gray suited grafters
A choice of cancer or polio

And when I look in the faceless crowd
A swirling mass of grays and
Black and white
They don't look real to me
Or don't they look so strange
Let's drink to the hard working people
Let's think of the lowly of birth
Spare a thought for the rag taggy people
Let's drink to the salt of the earth
Let's drink to the hard working people
Let's drink to the salt of the earth
Let's drink to the two thousand million
Let's think of the humble of birth

M. Jagger/K. Richards

viernes, febrero 10, 2006

Le regret d'Heraclite

Yo, que tantos hombre he sido, no he sido nunca
aquel en cuyo abrazo desfallecía Matilde Urbach.

Jorge Luis Borges

Money

Quarterly, is it, money reproaches me:
'Why do you let me lie here wastefully?
I am all you never had of goods and sex,
You could get them still by writing a few cheques.'

So I look at others, what they do with theirs:
They certainly don't keep it upstairs.
By now they've a second house and car and wife:
Clearly money has something to do with life

- In fact, they've a lot in common, if you enquire:
You can't put off being young until you retire,
And however you bank your screw, the money you save
Won't in the end buy you more than a shave.

I listen to money singing. It's like looking down
From long French windows at a provincial town,
The slums, the canal, the churches ornate and mad
In the evening sun. It is intensely sad.

Philip Larkin

miércoles, febrero 08, 2006

De Odas

36
Para ser grande, sé entero: nada
tuyo exageres o excluyas.
Sé todo en cada cosa. Pon cuanto eres
en lo mínimo que hagas.
Así la luna entera en cada lago
brilla, porque alta vive.


Ricardo Reis (Fernando Pessoa)

domingo, febrero 05, 2006

Poema en línea recta

Nunca conocí a nadie a quien le hubiesen roto la cara.
Todos mis conocidos fueron campeones en todo.
Y yo, que fui ordinario, inmundo, vil,
un parásito descarado,
un tipo imperdonablemente sucio
al que tantas veces le faltó paciencia para bañarse;
yo que fui ridículo, absurdo,
que me llevé por delante las alfombras de las formalidades,
que fui grotesco, mezquino, sumiso y arrogante,
que recibí insultos sin abrir la boca
y que fui todavía más ridículo cuando la abrí;
yo que resulté cómico a las mucamas de hotel,
yo que sentí los guiños de los changadores,
yo que estafé, que pedí prestado y no devolví nunca,
yo que aparté el cuerpo cuando hubo que enfrentarse a puñetazos.
Yo que sufrí la angustia de las pequeñas cosas ridículas,
me doy cuenta que no hay en este mundo otro como yo.

La gente que conozco y con la que hablo
nunca cayó en ridículo, nunca fue insultada,
nunca fue sino príncipe - todos ellos príncipes - en la vida...

¡Ah, quien pudiera oír una voz humana
confesando no un pecado sino una infamia;
contando no una violencia sino una cobardía!
Pero no, son todos la Maravilla si los escucho.
¿Es que no hay nadie en este ancho mundo capaz de confesar que una vez fue vil?
¡Oh príncipes, mis hermanos!

¡Basta, estoy harto de semidioses!
¿Dónde está la gente de este mundo?
¿Así que en esta tierra sólo yo soy vil y me equivoco?

Admitirán que las mujeres no los amaron,
aceptarán que fueron traicionados - ¡pero ridículos nunca!
Y yo que fui ridículo sin haber sido traicionado,
¿cómo puedo dirigirme a mis superiores sin titubear?
Yo que he sido vil, literalmente vil,
vil en el sentido mezquino e infame de la vileza.

Fernando Pessoa

lunes, enero 09, 2006

Tolerancia

Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio. Albert Einstein

La tolerancia significa enterarse cada cual de que tiene frente a sí a alguien que es un hermano suyo, quien, con el mismo derecho que él, opina lo contrario, concibe de contraria manera la felicidad pública. Antonio Maura

Aunque toda sociedad está basada en la intolerancia, todo progreso estriba en la tolerancia. George Bernard Shaw

Sé flexible como un junco, no tieso como un ciprés. Talmud

La peor intolerancia es la de eso que llaman razón. Miguel de Unamuno

It is easy enough to be friendly to one's friends. But to befriend the one who regards himself as your enemy is the quintessence of true religion. The other is mere business. Mohandas K. Gandhi

World peace, like community peace, does not require that each man love his neighbor -- it requires only that they live together with mutual tolerance, submitting their disputes to a just and peaceful settlement. John F. Kennedy

Vivir y dejar vivir. Proverbio escocés

Puissent tous les hommes se souvenir qu'ils sont frères ! Qu'ils aient en horreur la tyrannie exercée sur les âmes, comme ils ont en exécration le brigandage qui ravit par la force le fruit du travail et de l'industrie paisible ! Si les fléaux de la guerre sont inévitables, ne nous haïssons pas, ne nous déchirons pas les uns les autres dans le sein de la paix, et employons l'instant de notre existence à bénir également en mille langages divers, depuis Siam jusqu'à la Californie...

(¡Puedan todos los hombres acordarse de que son hermanos! ¡Que aborrezcan la tiranía ejercida sobre las almas, asi como odian el bandolerismo que arrebata por la fuerza el fruto del trabajo tranquilo! Si las calamidades de la guerra son inevitables, no nos odiemos, no nos destrocemos los unos y los otros en la paz, y empleemos el instante de nuestra existencia a bendecir igualmente en mil lenguas, desde Siam hasta California... ). Voltaire (la referencia que sigue a Dios la saqué por gusto personal; para mi es perfecta así).


Dijo el conquistador árabe Omar: “o bien los libros contienen lo que ya está en el Corán, en cuyo caso no tenemos necesidad de leerlos, o bien contienen lo contrario de lo que dice en el Corán, en cuyo caso no debemos leerlos”.

sábado, enero 07, 2006

Un terrorista: Él observa

La bomba explotará en el bar a las trece veinte.
Ahora apenas son las trece y dieciséis.
Algunos todavía tendrán tiempo de salir.
Otros de entrar.

El terrorista ya se ha situado al otro lado de la calle.
Esa distancia lo protege de cualquier mal
y se ve como en el cine:

Una mujer con una cazadora amarilla: ella entra.
Un hombre con unas gafas oscuras: él sale.
Unos chicos con vaqueros: ellos está hablando.
Trece diecisiete y cuatro segundos.
Ese más abajo tiene suerte y sube a una moto,
y ese más alto entra.

Trece diecisiete y cuarenta segundos.
Una niña: ella va andando con una cinta verde en el pelo.
Sólo que de repente ese autobús la tapa.

Trece dieciocho.
Ya no está la niña.
Habrá sido tan tonta como para entrar, o no,
eso ya se verá cuando vayan sacando.

Trece diecinueve.
Y ahora como que no entra nadie.
En vez de entrar aún hay un gordo calvo que sale.
Pero parece que busca algo en sus bolsillos y
a las trece veinte menos diez segundos
vuelve a buscar sus miserables guantes.

Son las trece veinte.
Qué lento pasa el tiempo.
Parece que ya.
Todavía no.
Sí, ahora.
Una bomba: la bomba explota.


Wislawa Szymborska